Sorpresivamente, luego de meses de hermético trabajo, la Presidenta Michelle Bachelet anunció este lunes la elección de la norma japonesa para iniciar el trascendental cambio a la televisión digital en el país.

El anuncio, en desmedro de la norma americana y europea, lo realizó en compañía del ministro de Transportes y Telecomunicaciones, René Cortázar, y el subsecretario Pablo Bello, junto a quienes firmó el decreto supremo correspondiente.

La mandataria destacó que el estándar ISDB-T con mpg4, creada en Japón y adaptada en Brasil, permite una mejor calidad de recepción de la TV digital, considerando además la compleja geografía nacional; facilita captar la televisión de libre recepción gratuita en teléfonos celulares; y posibilita que surgan más alternativas de programación para los televidentes.

“Nos hemos preocupado de escoger la que más le conviene a Chile”, destacó sobre la norma que ya ha sido adaptada por Brasil, Argentina y Perú.

Bachelet recalcó además que tras la definición del gobierno se requiere aprobar la regulación necesaria, ingresada a mediados del año pasado al Congreso, modificando la ley de televisión vigente. “Esperamos alcanzar un consenso amplio en estas materias”, indicó.

“Este salto en el campo de las posibilidades televisivas debemos verlo como una gran oportunidad para el mejoramiento de la calidad de los contenidos que reciben las personas. La tecnología por sí sola no mejora los hábitos ni amplía los conocimientos”, agregó la Presidenta. “Con el mismo medio se puede fomentar la vulgaridad, con la llamada televisión basura o se puede estimular el aprecio por los espectáculos musicales de calidad, buen cine, transmisión de avances científicos y grandes eventos deportivos, en fin”.

“Con esta decisión comienza un camino de adaptación de todas las empresas televisivas y, al mismo tiempo, se requiere que toda la comunidad esté cada vez más informada sobre las ventajas y requerimientos de la televisión digital. A partir de hoy se inicia una nueva y gran etapa para la televisión chilena y de todos depende poder aprovechar estos avances tecnológicos, para que vayan en beneficio de la ciudadanía”, concluyó.

Por su parte, el ministro Cortázar destacó razones económicas, afirmando que los precios de los decodificadores para esta norma han caído a la mitad en el último año, al igual que el valor de los aparatos de TV para la nueva tecnología digital, que han reducido al 50% su precio en los últimos dos años.

Sin embargo, Cortázar fue tajante en señalar que por ahora no habrá ningún cambio en la forma en que los chilenos ven televisión. Recién el próximo año se espera comenzar con las primeras transmisiones de alta definición en el país, pero el proyecto de ley contempla un plazo de unos ocho años para el “apagón analógico”, es decir, el día en que todas las transmisiones pasen a ser digitales y se termine la televisión por vía aérea, plazo que en todo caso, explicó, en la mayoría de los países ha sido de 10 años.

El ministro destacó además las facilidades que permite la norma japonesa para transmitir a celulares, algo relevante a su juicio para un país como Chile con alta penetración de estos aparatos.

Al igual que Bachelet, Cortázar destacó que la norma escogida, que será vital para el país durante los próximos 30 años, garantiza la mayor calidad técnica pero también la posibilidad de que se abran más espacios para nuevos actores y contenidos en la televisión, es decir, más canales de todo tipo: locales, comunitarios, regionales, culturales, infantiles.

Actualmente en Chile, más del 65% de los hogares tiene acceso sólo a la televisión abierta, utilizando muchos de ellos antenas interiores en sus propios televisores para su recepción. Con la implementación de la TV digital mejorará sustancialmente la calidad de imagen y sonido que se recibe en las casas, además de posibilitar a futuro el acceso progresivo a nuevos servicios y aplicaciones interactivas.

Fuente: Terra